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viernes, 12 de diciembre de 2014

Matutina de Adultos: Diciembre 12, 2014

Dios todavía sigue liderando -8


El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes. Deuteronomio 31:8, NVI.



Una vez hecho el depósito, tuvieron tres años de misericordia para realizar el pago final de 20 mil dólares para Loma Linda. Pero, con el aumento del entusiasmo y la oferta de los dueños anteriores de un descuento de mil dólares si los adventistas pagaban el dinero restante de inmediato, los dirigentes de la Asociación se movieron con rapidez.

El ímpetu para el empujón final provino de alguien que no era miembro de iglesia, que llegó para quedarse en el sanatorio aun antes de que este estuviese listo para los pacientes. Era incómodo, pero el personal hizo lo mejor de su parte para hacerla sentir cómoda. “Mientras ella andaba por los jardines al día siguiente”, escribe Burden, “vimos que parecía muy solitaria, así que nos propusimos animarla. Mientras conversábamos sobre la belleza del lugar, ella manifestó:

“–Justo estaba pensando en lo feliz que sería yo viviendo en un lugar así. Estoy completamente sola. Mi esposo falleció. Estoy tan sola que hasta tengo ganas de morirme.

“Le sugerimos que podría quedarse a vivir allí. Ella preguntó cuánto costaría. Cuando le dijimos la suma, dijo:

“–Vaya, tengo esa cantidad en efectivo.

“Fuimos a la oficina y redactamos una renta vitalicia”.

La suma, por supuesto, era mucho menor que los 19 mil dólares que necesitaban, pero la bendición inesperada los animó. Pronto, encontraron a un miembro de iglesia que les prestó 15 mil dólares por tres años.

Todavía ocurren milagros modernos. En menos de seis meses, la iglesia había recaudado los 40 mil dólares, y la propiedad de Loma Linda les pertenecía. “El consejo” de Elena de White “se había confirmado”, escribió Burden, entusiasmado. “Al avanzar por fe, el Señor abrió el camino delante de nosotros, y el dinero llegó de fuentes inesperadas. Casi todos finalmente se convencieron de que Dios verdaderamente estaba llevando adelante la empresa”.

Loma Linda, según lo predicho, posteriormente se convirtió en una escuela de Medicina hecha y derecha, cuyos graduados han bendecido a las personas alrededor del mundo con sus cuidados físicos y el amor de Jesús.

Dios todavía conduce a su iglesia, aunque esta no sea perfecta, y aunque sus miembros y sus directivos quizá no se pongan de acuerdo en cuanto a cómo avanzar. A pesar de todo eso, el Señor todavía dirige.

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