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viernes, 28 de noviembre de 2014

Matutina de Adultos: Noviembre 28, 2014

Repensar la organización de la iglesia -6: El Congreso de la Asociación General de 1901


No tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir. Hebreos 13:14.



Esta Tierra no es nuestro hogar. Ese motivo subyacente y las necesidades de la misión propulsaron la facción ganadora en el Congreso de la Asociación General de 1901.

G. A. Irwin, el presidente, abrió las reuniones reconociendo la fuerza de la súplica de Elena de White a la reforma, pero se detuvo en generalidades.

En ese momento, A. G. Daniells se hizo cargo y propuso que “se suspendan las pautas y los procedimientos acostumbrados para organizar y resolver los asuntos del congreso”, y que designaran una comisión general para introducir recomendaciones relacionadas con la reorganización de la iglesia y otros temas de preocupación. Su moción fue aprobada.

Los dirigentes nombraron a Daniells como presidente de la comisión de reorganización. Y él y Guillermo White fueron las voces cantantes en la organización; aunque la coalición de Jones y Waggoner trató de desplazar el proceso en su dirección.

Cuando Daniells habló de reorganizar la iglesia, tenía en mente reestructurar la Administración para una extensión misionera más exitosa. Dejó en claro, en la segunda mañana del congreso de 1901, ante los delegados, que a menos que se hiciera algo específico “llevará un milenio dar este mensaje al mundo”.

El Congreso de la Asociación General de 1901 dio lugar a algunos de los cambios más importantes de la historia de la iglesia. Los más importantes en el aspecto organizativo fueron cinco: (1) la creación de las asociaciones-uniones y de las misiones-uniones, que supervisarían las asociaciones y las misiones locales; y así se dispersaría la autoridad administrativa de los dirigentes de la Asociación General; (2) la supresión de la mayoría de las organizaciones auxiliares y la adopción del sistema departamental; (3) la comisión ejecutiva de la Asociación General ascendió a 25 miembros; (4) la propiedad y la administración de la mayoría de las instituciones pasó, de la Asociación General, a las asociaciones-uniones; y (5) la Asociación General no tendría presidente, solo un director que la comisión ejecutiva podía remover en cualquier momento que lo deseara.

La iglesia había hecho cambios importantes, basados en la experiencia misionera de Daniells y de Guillermo White. Y el liderazgo había marcado la diferencia. Dios todavía obra a través de su pueblo, tanto en forma colectiva como individual, para guiar a su iglesia.

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