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sábado, 4 de octubre de 2014

Matutina de Menores: Octubre 4, 2014

DIOS NUNCA DICE «10-4»


«Ahora llámame, ¡y te responderé! O deja que te hable y contéstame tú»
(Job 13: 22, NTV).


Declaro hoy el Día C-Q, para dar un reconocimiento a los radioaficionados de todo el mundo. Ellos dicen C-Q cuando quieren llamar la atención de otro radioaficionado. Dicen algo así como: «C-Q, C-Q, este es WB4UHN llaman­do C-Q».
Si otro radioaficionado está en línea y quiere hablar con WB4UH N, responde la llamada. Y cuando terminan de hablar dicen «10-4». Lo sé porque mi esposo es radioaficionado y habla con personas de todas partes. A mí no me interesaba mucho su hobbie hasta que escuché la voz de Tomás Christian. Uno de los radioaficionados más populares del mundo.

Tom es el radioaficionado número uno de Pitcairn. Su radio le permite estar siempre en contacto con otros en caso de que se produzca una emergencia y necesite pedir ayuda externa. Además de esta forma los radioaficionados de todo el mundo pueden comunicarse con uno de los lugares más remotos del planeta.

La Isla Pitcairn está en el Pacífico Sur. Es imposible para los barcos atracar en su puerto. Tienen que echar anclas a una determinada distancia y esperar que los isleños los remolquen. Al comienzo, este impedimento era positivo porque los antepasados de Tom se escondieron en esa isla en 1789 tras haber­se amotinado en el Bounty, un barco inglés. De ese modo tenían una fácil defensa A lo largo de los años, los violentos y borrachos isleños conocieron el amor de Jesús y comenzaron a guardar el sábado.

Gracias a Tom, su estación de radioaficionado y el generador eléctrico de la isla, gente de Japón, Estados Unidos o Francia puede comunicarse con este solitario paraíso. Cuando Tom llama, siempre algún radioaficionado res­ponde. Pero por mucho que ser radioaficionado resulte útil para Tom, él sabe que no es el medio de comunicación más importante. Si el generador de electricidad se estropea o si una tormenta derriba la antena de radio, todavía puede pedir ayuda… no desde su estación radial, sino a través de la oración. Tom sabe que Dios siempre escucha y está listo para responder y ayudar cuando todo el mundo se encuentra a miles de kilómetros de distancia. Dios nunca dice «10-4».

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