Buscar...

lunes, 6 de octubre de 2014

Matutina de la Mujer: Octubre 6, 2014

Corona de honra


“Corona de los viejos son los nietos, y la honra de los hijos, son sus padres” Proverbios 17:6.



Por lo general, hacemos énfasis en el mandamiento que nos manda honrar a nuestros padres, pero no destacamos la responsabilidad que como padres tenemos de respetar a nuestros hijos. Lamentablemente, siendo los hijos la parte más vulnerable, es común que exista abuso y violencia infantil por esa falta de reconocimiento de su dignidad y sus derechos afectivos.

Personalmente, agradezco a Dios por mis padres. Siempre recuerdo y admiro el trato que me dio mi papá cuando yo tenía solo cinco años. Él trabajaba en el cultivo de caña de azúcar. Comenzaba al amanecer para evitar el fuerte calor del mediodía. Una mañana, mi madre me pidió que llevara el desayuno para él y un empleado que lo ayudaba. Para llegar hasta el lugar debía agacharme con cuidado para cruzar un alambrado. Parece que ese día lo crucé un poco apurada, tropecé y el recipiente donde llevaba la leche se volcó. Aunque lo levanté lo más rápido que pude, apenas quedó un poco de leche en el fondo.

Llegué hasta donde estaba mi padre, que al verme venir se acomodó para descansar y desayunar con su compañero de trabajo. Cuando vio tan poca leche me preguntó qué había pasado. “Es que dijo mami que hoy las vacas dieron poca leche” contesté rápidamente. Nunca olvidaré la risa pícara de mi papá que, mirando al empleado, repetía: “¡Así que las vacas estuvieron de huelga! ¡Qué poca leche dieron!”.

Su actitud continuó entre chistes y miradas, esperando que contase la verdad. Me sentía avergonzada por haber inventado algo tan tonto para que lo creyera un adulto. Su buen humor logró un resultado mucho mejor que si me hubiera reprendido severamente. Hace largos años ya que mi padre descansa, pero su ejemplo de vida sigue vivo en el corazón de sus hijos, que nos sentimos honrados con su conducta de fiel cristiano.

Ahora que ya soy abuela, pido a Dios que me ilumine para ser una madre que honre a mis hijos. Que con alegría pueda presentárselos a mi Padre celestial cuando por su gracia estemos en el cielo. Y no solo a mis hijos, sino también la corona de honra y alegría que son mis nietos. ¡Qué maravilloso será ese encuentro! ¡Ven, Señor Jesús!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario