Buscar...

sábado, 25 de octubre de 2014

Matutina de la Mujer: Octubre 25, 2014

El Señor proveerá


“Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”. Mateo 6:33



De todas las tareas que podía hacer en la iglesia, la que más me gustaba era dar estudios bíblicos. Como en la familia teníamos solo un auto y mi esposo se valía de él para trabajar, no siempre me era fácil contar con el vehículo para atender a los interesados. Por eso, muchas veces me iba en el ómnibus hasta el pueblo vecino, que distaba catorce kilómetros de mi casa, para cumplir con los estudios bíblicos que había concretado.

A pesar de que me sentía contenta de hacer este trabajo para el Señor, aunque tuviera que trasladarme en ómnibus, había días en que el calor era insoportable. Mientras yo caminaba de una casa a la siguiente, mi mente iba más rápido que mis pies y pensaba: “¡Cómo me gustaría tener un auto propio para poder realizar este trabajo de una manera más fácil y eficiente!”.

Pasó el tiempo y de una manera casi increíble, por la gracia del Señor, hoy tengo mi propio auto y voy a dar los estudios bíblicos al campo y a lugares muy alejados con la comodidad y rapidez que significa un vehículo. No me canso de agradecer a mi Padre celestial por habérmelo dado. Parecería un pedido de naturaleza material rogar por un auto, pero Dios conoce nuestras necesidades y los motivos de nuestro corazón.

El Señor se preocupa hasta de las mínimas cosas de nuestra vida y, si son para nuestro bien, seguramente nos las concederá. No obstante, él quiere que le pidamos específicamente lo que necesitamos. No porque él no lo sepa, sino porque somos nosotras las que necesitamos reconocer nuestra necesidad y recurrir con fe y confianza a quien puede satisfacerla.

Dijo el Señor “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre” (Mat. 10:29). Si Dios cuida de ellos y los alimenta, ¿no será más pródigo con nosotras, sus hijas? “Así que no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos” (Mal. 10:31), aseguró el Señor.

Amiga, confiemos en nuestro Padre celestial. Busquémoslo en primer lugar, contémosle nuestra necesidad, nuestra duda o nuestro sueño. Él se ocupará y “añadirá” a nuestra vida todo lo que estemos en condiciones de recibir.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario