Buscar...

jueves, 30 de octubre de 2014

Matutina de Adultos: Octubre 30, 2014

La educación gira sobre su cabeza


Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos. Marcos 9:35.



“Nuestro concepto de la educación tiene un alcance demasiado estrecho y bajo. Es necesario que tenga una mayor amplitud y un fin más elevado.
La verdadera educación significa más que la prosecución de un determinado curso de estudio. Significa más que una preparación para la vida actual. Abarca todo el ser, y todo el período de la existencia accesible al hombre. Es el desarrollo armonioso de las facultades físicas, mentales y espirituales. Prepara al estudiante para el gozo de servir en este mundo, y para un gozo superior proporcionado por un servicio más amplio en el mundo venidero” (Ed 13).

Esas son las primeras palabras del libro La educación, una de las contribuciones más importantes de Elena de White para el adventismo. No es casual que el libro se haya impreso en 1903. Después de una década de pensar y escribir sobre el tema de la educación, en los primeros años del nuevo siglo estaba lista para producir un libro que orientaría a los sectores más importantes del adventismo. La educación brinda las “órdenes de marcha” filosóficas para el sistema educativo adventista. Y, en el proceso, expone ideales de educación bastante reñidos con los programas tradicionales.

Mientras que la educación tradicional aspiraba a preparar a la gente para una vida exitosa aquí, en la Tierra, La educación, si bien no niega esa función importante, afirmaba que esa preparación no era suficiente. Era aún más vital preparar a los alumnos para vivir con Dios por la eternidad.

Mientras que la educación tradicional tendía a centrarse en el desarrollo de los aspectos mentales de sus alumnos, La educación requería el perfeccionamiento de la persona integral.

Y, mientras que la educación tradicional preparaba a la gente para posicionarse con ventaja para salir adelante en el mundo, La educación abogaba por el objetivo del servicio a Dios y a los demás. El tema del servicio es el hilo conductor del libro. En su última página, leemos que “en nuestra vida terrenal, aunque restringida por el pecado, el mayor gozo y la más elevada educación se encuentran en el servicio. Y, en la vida futura, libre de las limitaciones de la humanidad pecaminosa, hallaremos nuestro mayor gozo y nuestra más elevada educación en el servicio” (ibíd., p. 277).

El libro La educación transformó completamente la educación tradicional adventista. Y, en el proceso, desplegó una filosofía de la educación y de la vida que debemos comprender y vivir. Es una filosofía que pone en práctica los valores de aquel que dijo: “Si alguno quiere ser el primero, será el postrero de todos, y el servidor de todos”.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario