Buscar...

jueves, 23 de octubre de 2014

Matutina de Adultos: Octubre 23, 2014

La “adventización” de la educación adventista: El experimento Avondale -1


Escrito está en los profetas: Y serán todos enseñados por Dios. Así que, todo aquel que oyó al Padre, y aprendió de él, viene a mí. Juan 6:45.



El primer paso en la transformación de los colegios adventistas tuvo lugar en el instituto educativo de Harbor Springs, en el verano de 1891. El siguiente comenzó cuando Elena de White y su hijo Guillermo White viajaron a Australia en noviembre de 1891. Como se quedaron allí hasta 1900, tuvieron oportunidad de trabajar con algunos de los dirigentes reformistas adventistas más receptivos.

Una de las iniciativas más importantes de los adventistas de Australia, en la década de 1890, fue la creación del Colegio Avondale para Obreros Cristianos (conocido hoy como Colegio Avondale). Australia tenía la ventaja de estar lejos del alcance de los dirigentes adventistas conservadores de los Estados Unidos. Además, era un nuevo campo misionero para los adventistas del séptimo día. De modo que la incipiente confesión religiosa allí no tenía ninguna tradición establecida con la cual luchar. Como resultado, piloteó varias innovaciones en Australia durante la década de 1890, que habrían sido mucho más difíciles de experimentar en los Estados Unidos.

La iglesia forjó un nuevo tipo de colegio adventista en Avondale. Para fines de siglo, Elena de White estaba tan impresionada que se refirió a Avondale como a un “ejemplo práctico”, un “colegio modelo” y un “prototipo” (NB 409; CM 334). En 1900, afirmó categóricamente que “el colegio de Avondale debe ser un modelo para otros colegios que se establecerán entre nuestro pueblo” (Manuscrito 92, 1900).

Milton Hook, historiador de Avondale, concluyó que hubo dos objetivos primordiales que afianzaron al Colegio Avondale. El primero era la conversión y el desarrollo del carácter de sus estudiantes. “Educación superior”, según la definía Avondale, es la que prepara a las personas para la vida eterna. El segundo objetivo era la capacitación de jóvenes de la iglesia para el servicio cristiano en la comunidad local y en la extensión misionera mundial.

Ambos objetivos reflejan un visible alejamiento de la orientación estrictamente académica del Colegio de Battle Creek y de los colegios que surgieron bajo su influencia.

Aquí surge una pregunta que todavía tenemos que hacernos: ¿Por qué valoramos la educación adventista? La única respuesta importante es que marca la diferencia en la vida de nuestros hijos. Su propósito primordial es presentarles a Jesucristo como Salvador y Señor. Al hacerlo, la educación adventista tiene un valor superior, que no se puede comprar con dinero.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario