Buscar...

viernes, 12 de septiembre de 2014

Matutina de Menores: Septiembre 12, 2014

SUEÑA Y ACTÚA

«Jóvenes bien parecidos, sin ningún defecto físico, cultos e inteligentes, entendidos en todos los campos del saber y aptos para servir en el palacio real. A ellos se les enseñaría el lenguaje y la literatura de los caldeos» (Daniel 1: 4).



¡Les sobraba talento! Bien parecidos, inteligentes, despiertos, conocedo­res de la ciencia; ¡lo tenían todo! Así eran los jóvenes israelitas llevados cau­tivos por el rey de Babilonia. ¿Te imaginas lo que les sucedió a los fantoches, a los cuentistas, a los fantasiosos, que fueron capturados al mismo tiempo que Daniel y sus amigos? La Biblia no lo dice. Lamentablemente, la mayor parte de nosotros habría estado en este grupo que la Biblia no menciona, como mi amigo Ian. «No tengo ningún talento», era su frase favorita. «No sé cantar ni tocar el piano. Dibujo fatal. Soy muy malo al baloncesto».

¡Un momento! Este asunto de los talentos tiene que ver con algo más que los deportes, la música y el arte. Los talentos vienen de todo tamaño y con diversos envoltorios. Por ejemplo, si te gusta armar rompecabezas, significa que puedes resolver problemas. Combina esa destreza con un interés en la ciencia, y podrías ser quien encuentre una solución a los graves problemas de la humanidad. Combina la habilidad para resolver problemas con un trabajo en la construcción y te convertirás en un gran ingeniero, arquitecto o diseña­dor de interiores. Si tienes el talento de decir las cosas apropiadas en el mo­mento apropiado, podrías ser diplomático, pastor, o quizá humorista. Si te due­les con los demás, quizá podrías ser enfermera, abogado, o trabajadora social. La lista es interminable.

Combinar talentos ordinarios con una chispa de creatividad y un sentido de aventura, podría ayudarte para ser misionera, o incluso presidenta de tu país. Sin importar lo común que parezcan tus talentos, o lo alocadas que parezcan tus ideas, Dios puede utilizarlos para su causa si se lo permites. ¡Así que sigue adelante y sueña! Sueña grandes sueños, sueños pequeños, sueños tontos y sueños espantosos. Si puedes soñar con algo, podrás asimismo encontrar la forma de lograrlo. El único límite para tus sueños es el que tú te pongas a ti mismo, o a ti misma. Todo lo que Dios espera es tu mejor esfuerzo.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario