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viernes, 19 de septiembre de 2014

Matutina de Adultos: Septiembre 19, 2014

¿Cómo consideraba Waggoner la salvación? -3


De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 2 Corintios 5:17.



Nueva “criatura” (RVR 60), o nueva “creación” (NVI) en Cristo es una enseñanza poderosa. Está presente en todo el Nuevo Testamento, pero halla especial expresión en los escritos de Pablo.

Waggoner retomó ese tema, al señalar que en el mismo momento en que las personas son justificadas también nacen de nuevo como nuevas criaturas y son adoptadas en la familia de Dios.

En palabras de Waggoner, “la diferencia entre un hombre justo y un pecador es mucho más que una mera diferencia de creencia. Es más que un mero ajuste de cuentas de parte de Dios. Es una diferencia real [...]. Dios nunca declara justa a una persona simplemente porque acepte la verdad. Hay un cambio real y literal de un estado de pecado a la justificación, que justifica a Dios al hacer la declaración”. En pocas palabras, la persona justificada vivirá diferente que un pecador, porque Dios la ha transformado en una nueva criatura en el momento de la justificación.

Para Waggoner, la justificación, el nuevo nacimiento y la adopción eran el comienzo del caminar cristiano. En contra de los maestros de la santidad que se aferraban a una forma de santificación “sin ningún cambio de hábito de parte de la persona”, él consideraba que la “santidad” sin la obediencia a la Ley y un cambio de vida era una “ilusión”.

La persona salva, según Waggoner, llevará una vida según la Ley de Dios. Escribió que “una persona no puede amar a Dios sin manifestarlo en obras, así como no puede vivir sin respirar”. La victoria sobre el pecado proviene del poder del Espíritu Santo que mora en la vida de un cristiano. Solo los que ganan la victoria sobre el pecado, sostenía, estarán en el Reino eterno.

Waggoner, como podemos ver, no estaba en contra de la Ley ni de la obediencia. No obstante, estaba totalmente en contra de la Ley y de la obediencia como el centro de la experiencia de una persona. ¡No! Ese lugar era solo para Cristo y su justicia.

Pero, dentro de la esfera de la justicia de Cristo, la persona recién nacida necesariamente deseará caminar con Dios y guardar su Ley.

El orden es crucial. Primero viene la salvación. Luego viene la obediencia. Si lo invertimos, tenemos legalismo.

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