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sábado, 9 de agosto de 2014

Matutina de Menores: Agosto 9, 2014

En total retirada


«Huye de las pasiones de la juventud, y busca la justicia, la fe, el amor y la paz, junto con todos los que con un corazón limpio invocan al Señor» (2 Timoteo 2: 22).



¿Has escuchado a alguien decir: «No podrás escapar de tus problemas», o «no puedes ganar la batalla retirándote»? Eso no es del todo cierto. Al menos puedo pensar en dos ocasiones en la historia en que retirarse fue la única forma de ganar. Estoy segura de que existen miles de ejemplos más que no conozco.

En agosto de 1588 los ingleses derrotaron a la armada española. En realidad, la reducida flota inglesa derrotó a la poderosa armada de España huyendo. ¡Como lo oyes!, «huyendo». Sir Francis Drake atrajo a los españoles al canal de la Mancha, y luego al tormentoso mar del Norte. Lo logró con unas escaramuzas y luego huyendo. Como los barcos de la poderosa flota española eran muy pesados, porque además de cañones llevaban soldados y muchas provisiones, los ligeros barcos ingleses podían actuar como incómodos mosquitos que aguijoneaban a los españoles y luego escapaban rápidamente. Cuando los españoles vinieron a darse cuenta de lo que sucedía, estaban sin provisiones y no había puertos amigos en los que reabastecerse. El orgullo de España fue obligado a renquear de vuelta a casa, derrotado por un enemigo que apenas veían.

El segundo ejemplo tuvo lugar miles de años antes de que Inglaterra y España se convirtieran en grandes potencias navales. Sucedió en Egipto. ¿Recuerdas el relato de un joven y apuesto esclavo? ¿Alguien que era asediado por la «señora» de la casa, hasta que un día lo acorraló? José trató de razonar con la esposa de Potifar, pero aquella engreída mujer estaba decidida a lograr su propósito. ¿Qué hizo José? Huyó de la tentación.

Tanto José como Sir Francis Drake deben de haber sentido la tentación de detenerse a luchar, pero ambos fueron lo suficientemente inteligentes como para darse cuenta de que al hacerlo fracasarían. ¿Y tú? ¿Eres prudente como para determinar cuándo tu mejor acción es dar marcha atrás con rapidez? Haz una lista de situaciones que podrías enfrentar huyendo. Por ejemplo, que alguien te ofrezca drogas o alcohol.

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