Buscar...

viernes, 1 de agosto de 2014

Matutina de la Mujer: Agosto 1, 2014

Eres de gran estima


“Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida.” Isaías 43:4



La imagen que tenemos de no­sotras mismas, en cierto modo determina el éxito o el fracaso que nos dará la vida. La forma en que nos vemos, si gustamos o no de nues­tra imagen, si nos sentimos capaces o incapaces, bellas o feas, tendrá gran efecto en la autorrealización y los lo­gros que alcancemos. Satanás nos lleva a que nos valoremos escasamente.

Yo soy una de esas personas. La baja autoestima comenzó en mi infancia, a causa los continuos mensajes dañinos que recibí de mi familia y mi entorno. Rótulos como “tonta”, “inútil”, “fea” me convirtieron en una mujer negativa e infeliz. Crecí insegura, tímida, miedosa y llorona. Mi escasa autoestima afectó las etapas sucesivas de mi vida, bloqueando mi claridad mental y espiritual por mucho tiempo.

No obstante, Dios nos conoce y nos ve como podemos llegar a ser gracias a su amor. Nos busca, nos atrae, y si somos sensibles a su llamado, si acudimos a él con nuestras dificultades y pesares y nos ponemos en sus manos, él nos reconforta, nos valora y afirma nuestra autoestima. Su amor nos llena de coraje para enfrentar los desafíos de la vida con éxito, nos lleva a una experiencia de servicio gozosa y llena de paz.

Dios me ayudó a encontrarme conmigo misma. Aunque atravesé tormentas y dificultades, salí victoriosa. Hoy sé quién soy y para qué existo, pero aún tengo mis luchas; no todo es color de rosa, pero sigo adelante con los ojos puestos en Jesús. El texto de hoy nos da la seguridad de que para Dios somos honorables, de gran valor.

Amiga, si tu pasado está manchado por sentimientos negativos, entrégaselo al Señor y él lo dejará blanco como la nieve. Con fe renueva tu mente cada día con las promesas de nuestro Padre celestial. Esta actitud te permitirá ver todo lo bueno que él tiene preparado para ti.

La solución a los problemas de baja autoestima está en buscar a Dios, en poner en sus manos los complejos, los miedos y conflictos, y confiar plenamente en que su poder sanador renovará nuestra naturaleza emocional y revertirá los recuerdos de nuestra niñez que no nos permiten dar lo mejor de nosotras.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario