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sábado, 30 de agosto de 2014

Matutina de Adultos: Agosto 30, 2014

En el Congreso de la Asociación General -2


De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe. Gálatas 3:24.



No salió mucha luz teológica del debate sobre los diez cuernos de Daniel 7 en Minneápolis. Su principal contribución fue la tensión, cuando Smith pronunció que incluso analizar el tema era “absolutamente innecesario” y se estaba “haciendo pedazos la antigua verdad”; Jones proclamó que él no se haría responsable de la ignorancia de Smith en determinados temas; y Elena de White respondió: “No tan tajante, hermano Jones; no tan tajante”.

Por otro lado, hubo un auténtico progreso teológico en el sentido de llegar a una interpretación de la justificación por la fe. Uno de los hechos interesantes de las reuniones de 1888 fue que, aunque las partes contrincantes entraron en las reuniones con el asunto de la ley de Gálatas en la frente, el principal resultado de los encuentros fue un nuevo énfasis en la justificación por la fe. Cómo ocurrió eso, ha sido un misterio para muchos.

Waggoner debería recibir reconocimiento por el nuevo rumbo que tomó el tema. Tomó la decisión estratégica de no simplemente debatir el tema de la ley de Gálatas, sino también de plantear el tema de la salvación en términos de la Ley y el evangelio, para luego analizar el libro de Gálatas en ese contexto.

Por lo tanto, aunque Waggoner hizo al menos nueve presentaciones sobre temas de evangelio y Ley, las primeros cinco o seis se centraron en la justificación por la fe; solo después de eso se ocupó más específicamente de Gálatas. Eso hizo que el tema de Gálatas quedara en segundo plano y que el tema de la salvación tomara la delantera.

Según la teología de Waggoner, la ley de los Diez Mandamientos nos lleva “a Cristo, para que podamos ser justificados mediante la fe”. Elena de White lo respaldaba en ese punto. Dijo a los delegados: “Veo la belleza de la verdad en la presentación de la justicia de Cristo en relación con la Ley, como el doctor nos la ha presentado [...]. Armoniza perfectamente con la luz que Dios se ha complacido en darme durante todos los años de mi experiencia” (Manuscrito 15, 1888).

En ese pasaje, Elena de White resaltó lo que consideraba como una de las contribuciones más importantes de Waggoner a la teología adventista. Él había construido un puente entre la Ley y el evangelio, al explicitar la función evangélica de la ley de los Diez Mandamientos.

La Ley todavía funciona de ese modo en nuestra vida: no solo mantiene el ideal de Dios, sino además conduce hacia Cristo a quienes no llegan a ese ideal, en procura de perdón y justificación.

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