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martes, 19 de agosto de 2014

Matutina de Adultos: Agosto 19, 2014

Estruendos de guerra en 1886


Estruendo de guerra en la tierra. Jeremías 50:22.



Butler salió a resolver los conflictos por la ley de Gálatas y los diez cuernos de Daniel 7 a finales de 1886. Primero, escribió una serie de cartas para que Elena de White se pusiera de su lado. Segundo, preparó un “breve comentario” sobre Gálatas, que en realidad fue un libro de 85 páginas titulado The Law in the Book of Galatians [La ley en el libro de Gálatas], que desafiaba la postura de Waggoner.

Tercero, trató de usar el Congreso de la Asociación General de 1886 con el fin de poner en su lugar las “falsas enseñanzas” de Jones y Waggoner, y así hacer que la iglesia retomara el rumbo. El presidente de la Asociación General entregó un ejemplar de su libro a cada asistente. Lo más importante es que organizó una comisión teológica para resolver los temas debatidos, de una vez por todas.

Pero, la esperanza de Butler de una declaración de credo que establecería para siempre la verdad sobre los puntos controvertidos se vio frustrada. La comisión de nueve miembros se dividió en cinco a cuatro. “Discutimos durante varias horas”, informó Butler, “pero ninguna de las partes estaba convencida”. La siguiente duda, señaló, “era si debíamos presentarlo ante el Congreso y tener una gran pelea pública al respecto”. Al ser un astuto político, se dio cuenta de que ese accionar únicamente causaría más problemas.

Tanto Butler como Elena de White recordarían el Congreso de la Asociación General de 1886 como aquel “congreso terrible”. Si bien él señaló que la reunión fue una de las más tristes a las que hubiese asistido, ella destacó que “Jesús estaba apenado y herido en la persona de sus santos”. Especialmente, se sintió molesta por la “dureza”, la “falta de respeto y de amor compasivo de hermano a hermano” (Carta 21, 1888; Manuscrito 21, 1888). La dinámica de las reuniones de Minneápolis ya estaba establecida.

La baja más grave de la reunión de 1886 fue D. M. Canright, un firme defensor de la postura de Butler sobre la Ley. Aparentemente, entendió que la postura tradicional del adventismo tenía problemas. Había reconocido que Butler y sus amigos estaban “exaltando la Ley por encima de Cristo”. Pero, en vez de adoptar la creencia de Waggoner de que los Diez Mandamientos conducen a las personas hacia Cristo, Canright abandonó el adventismo y la Ley, y se transformó en el antagonista más agresivo de la iglesia.

No hay ningún tema más importante que la exaltación de Jesús.

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