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domingo, 6 de julio de 2014

Matutina de Adultos: Julio 6, 2014

El surgimiento de la reunión campestre -2


Iban sus padres [de Jesús] todos los años a Jerusalén en la fiesta de la pascua. Lucas 2:41.



La reunión campestre, en el adventismo primitivo, llegó a ser un momento emocionante. La gente escuchaba buenas predicaciones, se encontraba con viejos amigos, rompía con su rutina diaria, compraba publicaciones adventistas y recibía bendiciones espirituales. La reunión campestre anual era una experiencia cumbre para aquellos que asistían.

La primera reunión campestre oficial, realizada en Wright, Míchigan, del 1º al 7 de septiembre de 1868, marcó la pauta para las siguientes. Dos carpas circulares de 18 metros daban cabida a las reuniones generales, mientras que la gente vivía en otras más pequeñas. Sin un centro comercial en donde poder comprar una carpa barata, los editores de la Review ofrecían instrucciones para poder construir carpas sencillas con el fin de que sirvieran para familias e iglesias.

En total, había 22 carpas de iglesias, a menudo con sábanas o mantas colgadas para dividirlas en dormitorios, a fin de que las diferentes familias pudieran tener un poco de privacidad. Otras carpas tenían una soga que pasaba por el medio, en la que los asistentes colgaban mantas para separar los sexos.

Las familias y los amigos cocinaban en fuegos al aire libre, y los troncos en los que se sentaban para comer ofrecían excelentes oportunidades para confraternizar. Debió haber sido un tiempo estupendo para los niños; pero también era el momento más interesante del año para los adultos.

Sí, las cosas no eran tan cómodas como en casa. Y sí, se podría haber tenido un poco más de privacidad. Y además, esto exigía un sacrificio financiero, dados los gastos del viaje y el tiempo de inactividad en el trabajo. Pero, los primeros adventistas creían que esas convocaciones valían la pena, a pesar de los costos y los inconvenientes.

La reunión campestre anual alcanzó gran popularidad después de la de Wright. Al año siguiente, se realizó en siete Estados; y después de eso, estaban por doquier en el mundo adventista.

Todavía siguen vigentes. Muy vigorosas en algunos lugares, y languideciendo en otros; pero siempre son una bendición. Si no has asistido a una últimamente, haz el esfuerzo, especialmente para pasar algunos días y noches en el lugar. Serás bendecido. El adventismo estaría mejor hoy si pudiera tener un reavivamiento de la bendición anual.

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