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lunes, 28 de julio de 2014

Matutina de Adultos: Julio 28, 2014

¿Cuál es la autoridad de la Asociación General? -5


Siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo. Efesios 4:15.



A veces, aprendemos recién después de haber sido derribados casi por completo. Así fue con el presidente de la Asociación General George I. Butler. Como los esposos White, a quienes respetaba mucho, se opusieron a su idea de liderazgo individualista, se arrepintió de sus actos, renunció a la presidencia, compró y quemó todos los ejemplares posibles de su folleto Leadership [Liderazgo] (unos 960), y en el Congreso de la Asociación General de 1875 propuso un voto para revocar la ratificación de sus ideas de liderazgo.

Pero, en vez de apresurarse a votar un tema tan importante, la asamblea nombró una comisión para estudiar el asunto. El congreso de 1877, que se guió por el informe de la comisión, votó rescindir la aprobación de todas las partes del folleto Leadership de Butler que enseñara “que el liderazgo del cuerpo es confinado a un solo hombre”. La asamblea de 1877, además, votó que “la máxima autoridad bajo la potestad de Dios entre los adventistas del séptimo día se encuentra en la voluntad del cuerpo de ese pueblo, según lo expresado en las decisiones de la Asociación General cuando actúa dentro de su jurisdicción debida; y que todos sin excepción deberían someterse a esas decisiones, a menos que puedan demostrar que están reñidas con la Palabra de Dios y los derechos de la conciencia individual”.

De modo que, en 1877, Butler y Jaime White, que se alternaron en el ejercicio de la presidencia entre 1869 y 1888 (White, 1869-1871, 1874-1880; Butler, 1871-1874, 1880-1888), concordaban visiblemente en cuanto a la autoridad de la Asociación General como un organismo.

Lamentable, aunque inevitablemente, la delegación de la Asociación General proveniente de las asociaciones locales se reunía apenas unas pocas semanas por año. Eso, naturalmente, hizo que los adventistas acudieran al presidente de la Asociación General y a los miembros de su pequeña comisión ejecutiva en busca de liderazgo. Eso era especialmente cierto cuando personas enérgicas como Butler y White ejercían la presidencia. Ambos hombres tenían la tendencia a asumir demasiada autoridad en sus manos y, de ese modo, más en la práctica que en teoría, se inclinaban hacia el estilo de liderazgo de una persona, mencionado por Butler.

Encontramos una lección importante aquí, que nos afecta a todos, ya sea que nuestro liderazgo resida en la sede de la Asociación, en la iglesia local o incluso en la familia. No importa lo que creamos en nuestra mente sobre el liderazgo, casi todos nos vemos tentados a “tomar el control”.

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