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sábado, 7 de junio de 2014

Matutina de Adultos: Junio 7, 2014

Elena de White y los reformadores pro salud


Dios tenga misericordia de nosotros, y nos bendiga; haga resplandecer su rostro sobre nosotros [...]. Para que sea conocido en la tierra tu camino, en todas las naciones tu salvación. Salmo 67:1, 2.



Los que tienen conocimiento respecto de los consejos sobre salud de Elena de White reconocerán que ella estaba en armonía con la mayoría de las opiniones reformistas de los reformadores de la salud. Así que, estaba bien acompañada cuando rechazó el “uso de drogas venenosas”, “que, en lugar de ayudar a la naturaleza, entorpecen sus facultades” (MC 88; MM 294).

En una línea más positiva, Elena de White apoyaba a los reformadores en su recomendación de los remedios naturales: “el aire puro, el sol, la abstinencia, el descanso, el ejercicio, un régimen alimenticio conveniente, el agua y la confianza en el poder divino” (MC 89).

Los primeros adventistas eran conscientes del consenso de Elena de White con los reformadores de la salud de su época, y de sus contribuciones específicamente adventistas. Por consiguiente, J. H. Waggoner pudo escribir, en 1866, que “no profesamos ser pioneros en los principios generales de la reforma pro salud. Los hechos en los que se basa este movimiento han sido elaborados, en gran medida, por reformadores, médicos y autores de Psicología e Higiene, así que pueden encontrarse diseminados por todo el país. Pero, sí afirmamos que mediante el método escogido por Dios [los consejos de Elena de White] han sido develados en forma más clara y poderosa, y por consiguiente producen un efecto que no podríamos haber esperado de ninguna otra fuente.

“Como meras verdades psicológicas e higiénicas, algunos podrían estudiarlas a su antojo, y otros las dejarían a un lado como de poca importancia; pero, cuando son puestas en el mismo nivel que las grandes verdades del mensaje del tercer ángel, por la sanidad y la autoridad del Espíritu de Dios, y habiendo declarado que son el medio por el que los débiles pueden fortalecerse y vencer, y que nuestro cuerpo enfermo puede ser limpiado y adecuado para la traslación, entonces nos llega como una parte esencial de la verdad presente”.

Si bien Elena de White estaba muy de acuerdo con los reformadores de la salud de su época, una de sus contribuciones en el área de la salud fue integrar el mensaje de la reforma pro salud en la teología adventista.

Desde que comenzó a escribir sobre el tema en 1863 hasta hoy, los adventistas del séptimo día han tenido un estilo de vida distintivo. Esto ha dado, como resultado, cuerpos más sanos y vidas más prolongadas. Esa longevidad ha sido una demostración para el mundo, según se ilustró recientemente en la revista National Geographic y en otros lugares. El testimonio de la iglesia debería ser el de la salud en todos los aspectos de la vida.

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