Buscar...

martes, 27 de mayo de 2014

Matutina de la Mujer: Mayo 27, 2014

No como queremos, sino como es mejor


“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” Mateo 7:7



Hacía varios años que mi hijo y su esposa se habían casado pero no podían tener hijos. En mi familia orábamos para que Dios les concediera un bebé. Mi nietita pedía con insistencia: “Querido Jesús, por favor, si es tu voluntad, mándales un bebé a los tíos, porque ellos solamente crían perros”. Nuestros pedidos se repetían día tras día.

Y Dios hizo el milagro. Aunque hay trámites complicados y lentos para poder concretarlo, el Señor generó las oportunidades para que pudieran adoptar un bebé de pocos días. ¡Cuánta felicidad trajo la llegada de este niño a nuestra familia! Un hermoso varoncito cambió la vida de los padres adoptivos. Todos contribuimos con pañales, ropitas, cochecito, biberón y demás. No había nada preparado, pero en un instante apareció todo lo necesario.

Por duro que sea admitirlo, el enemigo también tiene sus planes. A la semana de estar el bebé entre nosotros, la mamá biológica quiso volver a verlo, y sentimos que eso traería inconvenientes a los nuevos papás. Una vez más, y con la angustia de pensar que quizá tendríamos que renunciar a él, intensificamos nuestras oraciones para que se hiciera solo la voluntad de Dios, muy a pesar de nuestra tristeza.

Como lo ha prometido, Dios escucha nuestros ruegos, súplicas y clamores, y los responde, no siempre como se lo pedimos, pero siempre como es mejor para nosotros y, en este caso, como sería mejor para el bebé.

A los pocos meses, Gerardito fue dedicado al Señor en la iglesia. Ya cumplió siete años, va a la Escuela Sabática, recita salmos, canta en las reuniones de la iglesia, participa del Club de Aventureros y ya sabe leer y escribir. Me emociona pensar que el Señor, que lo trajo a nuestra familia, tiene un plan, una misión para que él cumpla en esta tierra: influir positivamente en sus compañeritos y en sus seres queridos que todavía no conocen a Jesús.

Querida amiga, si tienes el sueño de ser madre y aún no has podido cumplirlo, no te desanimes; confía en que Dios tiene bajo su control cada uno de tus anhelos y necesidades y, a su tiempo, responderá tus peticiones, tal vez no como se lo pidas, sino como sea mejor para ti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario