Buscar...

lunes, 19 de febrero de 2018

Matutina de Adultos : Febrero 19, 2018

Crezcamos en Cristo como Un árbol


«Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo». Salmo 1: 3


DIOS HA PROMETIDO: «Yo LES MOSTRARÉ mi favor. Yo los haré fecundos. Los multiplicaré, y mantendré mi pacto con ustedes» (Levítico 26: 9, NVI). ¿Cómo podemos crecer en Cristo? El salmista compara el crecimiento de un creyente en el camino de Dios, que busca el reino con rectitud, con un árbol plantado junto a las aguas (Salmo I : 3). Estas corrientes de aguas vivas, aparte del
oxígeno y el hidrógeno, también contienen sales,
gases y sustancias procedentes de las rocas, los estratos y el aire, que son indispensables para el crecimiento.


El apóstol Pablo, hablando del pueblo de Israel, menciona: «Todos bebieron la misma bebida espiritual, porque bebían de la roca espiritual que los seguía. Esa roca era Cristo» (1 Corintios 10:4). Cristo es la fuente de agua viva, y todo el que sea cimentado junto a él, crecerá como el árbol plantado junto a corrientes de agua: frondoso, lleno de hojas y con frutos delicados. Crecerá en su relación con Dios, en el conocimiento de su Palabra y en el cumplimiento de la misión.
La Biblia dice que seremos llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya (Isaías 61:3). Elena G. de White lo describe así: «Como la rama depende del tronco principal para su crecimiento y fructificación, así también nosotros necesitamos el auxilio de Cristo para poder vivir una vida santa. Fuera de él no tenemos vida. No hay poder en nosotros para resistir la tentación o para crecer en la gracia o en la santidad. Morando en él, podremos florecer. Si recibimos la vida de él, no nos marchitaremos ni seremos estériles. Seremos como el árbol plantado junto a arroyos de aguas» (El camino a Cristo, cap. 8, p. 102).
El Salmo I afirma que el buen árbol da su fruto a su debido tiempo. Esto quiere decir que no le afectan las grandes sequías y las plagas mortales, y que no tiene crisis de crecimiento. Sus hojas no se caen, y esto tiene que ver con las acciones, que son los frutos del árbol. Pero todo depende de que permanezca en la fuente de aguas vivas. Si se aleja de ella, llega a ser un árbol estéril, que se seca y muere. ¿Deseamos crecer? Bebamos de la fuente, que es Cristo Jesús.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario