Buscar...

domingo, 2 de julio de 2017

Matutina de Adultos : Julio 2, 2017

¿Cómo nos afecta el dinero?


«Pero cierto hombre llamado Ananías, con Safira su mujer, vendió una propiedad». Hechos 5: l, BA


EL DINERO NO ES necesariamente una maldición; es un recurso de alto valor porque si se usa correctamente puede hacer bien en la salvación de las almas y en beneficio de quienes son más pobres que nosotros. Por un uso imprudente, […] el dinero puede llegar a ser un lazo para quien lo gaste. El que emplea el dinero para satisfacer su orgullo y ambición hace de él una maldición más bien que una bendición. El dinero prueba constantemente los afectos. Todo aquel que lo adquiera en mayor cantidad que la realmente necesaria debe pedir sabiduría y gracia para conocer su propio corazón y guardarlo con diligencia, no sea que tenga necesidades imaginarias y llegue a ser un mayordomo infiel, que use con prodigalidad el capital que le confió el Señor.

Cuando amamos a Dios sobre todas las cosas, lo temporal ocupará su debido lugar en nuestra mente. Si con humildad y fervor procuramos conocimiento y capacidad para usar correctamente los bienes de nuestro Señor, recibiremos sabiduría de lo alto. Cuando el corazón se apoya en sus propias preferencias e inclinaciones, cuando se alberga el pensamiento de que el dinero puede conferir felicidad sin el favor de Dios, entonces llega a ser un tirano que domina al ser humano; este le concede su confianza Y estima y lo adora como a un dios. Sacrifica en su altar el honor, la verdad y la justicia. Pone a un lado los mandamientos de la Palabra de Dios; y las costumbres y prácticas del mundo, ordenados por el rey Mamón, llegan a ser un poder que lo domina.

Si se hubieran cumplido las leyes de Dios, la condición actual del mundo sería diferente, en lo moral, espiritual y temporal. No se manifestarían como ahora el egoísmo y el engreimiento, sino que cada uno demostraría bondadosa consideración por la dicha y el bienestar ajenos […]. En vez de hallarse las clases más pobres bajo el férreo talón de los ricos, en lugar de que los juicios de otras personas pensaran por ellos en lo temporal y en lo espiritual, tendrían cierta oportunidad de ser independientes en sus Pensamientos y acciones.— El hogar cristiano, cap. 61, pp. 355-356.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario