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lunes, 26 de junio de 2017

Matutina de Damas: Junio 26, 2017

El Guardián de Israel no duerme


No se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel, Jehová es tu guardador, Jehová es tu sombra a tu mano derecha» (Salmo 121: 4-5).


En mi infancia, recuerdo haber visto el cumplimiento de este texto muchas veces. Mi familia vivía en una casa de madera, mi madre cosía ropa para otras personas con el fin de hacer un poco de dinero extra. Ella siempre estaba despierta hasta tarde en la noche en la máquina de coser para poder hacer las entregas a tiempo a sus clientes,

Una noche, después de que mis hermanos y yo fuimos a dormir, mi madre puso una sartén con comida en el fuego y fue a terminar de coser un traje para uno de sus clientes. Entonces, como se estaba quedando dormida, se fue a la cama, olvidando que había puesto la sartén al fuego.

Cuando despertamos, los vecinos estaban golpeando la puerta y tratando de derribarla porque la casa y sus alrededores estaban llenos de humo. Nosotros nos estábamos asfixiados por el humo, pero la casa no se había incendiado. ¡Asombroso! La olla se había carbonizado y el humo salía de ella sin parar. Sin embargo, la única llama que vimos fue la llama que había estado cocinando la comida en la sartén. No había ni siquiera una chispa de fuego en la casa.

Una y otra vez, nuestros vecinos exclamaban: «¡Solo Dios los salvó de haberse quemado vivos mientras dormían!». Este incidente de la protección de Dios fortaleció nuestra confianza en él, que también mostró su amor y cuidado por nuestros queridos vecinos, cuya casa también podría haberse incendiado si la nuestra hubiera empezado a arder.

Como seres humanos tenemos un defecto, y es que nos olvidamos de las cosas muy rápido. Entre tantas tareas que tenemos en nuestras vidas, como mi madre que Olvidó la sartén en el fuego, podemos dejar de ponernos bajo el cuidado de Dios, Hoy le pido a Dios que pueda estar despierta para atender a su Palabra, su amor y su pronto regreso.

Señor, si por casualidad me duermo y no puedo hacer tu voluntad, si me ahogo en mis actividades y no te oigo, envía de nuevo a tus hijos para despertarme. Amante Padre» gracias porque eres el Guardián de Israel que no duermes y estás atento a las necesidades de cada uno de tus hijos. Amén.

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