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martes, 18 de abril de 2017

Matutina de Jovenes : Abril 18, 2017

“No puedo ni quiero retractarme”


“Me deleitaré en tus decretos y no olvidaré tu palabra” (Salmo 119:16, NTV).


EI día en que Lutero se presentó ante la Dieta de Worms quizá sea uno de los momentos clave de la Reforma. La Dieta de Worms (Wormser Reichstag, en alemán) fue la asamblea en que los príncipes del Sacro Imperio Romano Germánico, presidida por el emperador Carlos V, se reunieron en Worms, Alemania, para abordar la situación de la Reforma, en general; y el caso de Martín Lutero, en particular.

La comparecencia de Lutero ante la Dieta fue el evento más relevante. Llegó a Worms el 16 de abril de 1521, y se le pidió que se presentara ante la Dieta el día siguiente. El 17 de abril, le dijeron que solo podía hablar en respuesta a preguntas directas de Johann von Eck, representante papal. Eck quiso juzgar a Lutero por sus escritos, y le preguntó si él era el autor de una serie de libros y si estaba dispuesto a retractarse de sus herejías. Lutero pidió un día para preparar su respuesta.

El 18 de abril, Lutero habló ante la asamblea. No abjuró, sino que defendió con firmeza sus creencias:

“A menos que esté convencido mediante el testimonio de las Escrituras o por razones evidentes —ya que no confío en el Papa, ni en su Concilio, debido a que ellos han errado continuamente y se han contradicho—, me mantengo firme en las Escrituras, a las que he adoptado como mi guía. Mi conciencia es prisionera de la Palabra de Dios, y no puedo ni quiero retractarme de nada, reconociendo que no es seguro o correcto actuar contra la conciencia”.

Con estas palabras, Lutero sentaba las bases mismas de la Reforma Protestante: el principio de Sola Scriptura: la Biblia tiene preeminencia sobre la tradición 0 la iglesia. En consonancia con Lutero, como adventistas, consideramos que las Santas Escrituras son la infalible revelación de la voluntad divina, la norma para el carácter, la prueba de la experiencia, la revelación autorizada de doctrinas y el registro confiable de la actuación de Dios en la historia. Solo la Biblia es la norma final de verdad y la fuente primaria y absoluta de autoridad en doctrina y práctica.

En nuestra época posmoderna, cuando incluso las iglesias protestantes y evangélicas abandonan las enseñanzas bíblicas, reemplazándolas por liturgia musical emocional o una “religión psicologizada”, en que lo importante es que “te sientas bien”, debemos resaltar la Biblia como única base segura para nuestras creencias y prácticas.

Hoy se requiere tanta valentía como la de Lutero para mantenerse de parte de la Biblia y la Biblia sola, Construye tu vida hoy sobre el fundamento de la Palabra de Dios, y tu casa nunca será destruida. MB

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