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martes, 21 de febrero de 2017

Matutinas de Damas : Febrero 21, 2017

Cuadros Pintados Por Dios


«Con todas mis fuerzas yo he preparado para la casa de mi Dios, oro para las cosas de oro, plata para las cosas de plata, bronce para las de bronce, hierro para las de hierro, y madera para las de madera; y piedras de ónice, piedras preciosas, piedras negras, piedras de diversos colores, y toda clase de piedras preciosas, y piedras de mármol en abundancia» (l Crónicas 29: 2).



Levanté los ojos de mi lectura devocional para contemplar las vistas a través de mi ventana y casi di un grito ante tanta belleza. El sol acababa de alcanzar las faldas de las colinas cubiertas de nieve, y las nubes se quebraban alrededor del Longs Peak, de 4,346 metros de altura. Lo que captó mi atención fueron los colores. ¿Has notado alguna vez cómo usa Dios su pincel? Le encanta el color y nos lo regala generosamente. Esa mañana las colinas cubiertas de nieve exhibían un glorioso tono rosáceo. Me senté a contemplar cómo se intensificaba el color y luego se difuminaba. Evoqué otros días en los que los colores de la naturaleza habían captado mi atención.
El aspecto del campo después de una lluvia de verano: los colores no solo se intensifican sino que relucen. Mágica pintura de Dios. ¿Qué decir de la suave luz de una tarde de finales de primavera, que pinta los campos? A los pintores les resulta muy difícil plasmarla.
Ningún ser humano puede pintar como pinta Dios el cielo al salir el sol o al ponerse. He visto increíbles y sobrecogedores amaneceres aquí, en Colorado, y precedían a una tormenta. E innumerables puestas de sol espléndidas sobre las Montañas Rocosas. iQué gamas de color! A menudo he pensado que si yo intentara plasmar esos colores en lienzo, probablemente resultarían irreales, pero Dios los pinta a la perfección.
He tenido el privilegio de visitar museos famosos como el Hermitage de San Petersburgo, el Louvre de París, el Metropolitan de Nueva York y los de Washington DC. y Los Ángeles. E incluso el museo de aquí mismo, Loveland, ciudad conocida en la región por todas las modalidades de arte, especialmente escultórico. He disfrutado en todos estos museos, pero ninguno de ellos ha llenado mi corazón o mi espíritu como lo hacen los cuadros que Dios me ofrece cada día, no importa dónde me encuentre. «Y vio Dios [y yo también] que era bueno» (Gén. 1: 25).

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