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jueves, 16 de febrero de 2017

Matutina de Jovenes : Febrero 16, 2017

Galaxia Lejanas



“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu” (Salmo 34:18).



El 16 de febrero de 2004 se descubrió la galaxia más lejana (a 13.000 millones de años luz), gracias a una combinación de observaciones del telescopio espacial Hubble y el observatorio gigante Keck, de Hawai.

“La galaxia descubierta es extremadamente débil, y la verificación de su distancia fue un extraordinario desafío”, explicó el astrónomo Jean-Paul Kneib, del Instituto de Tecnología de California y del Observatorio Midi-Pyrenees de Toulouse, director de la búsqueda.

No obstante, Abell 2218 (como fue bautizado este conjunto de estrellas) perdió su reinado como la galaxia más lejana quince días después: el 1o de marzo se anunció el descubrimiento de una nueva: Abell 1835, ubicada a 13.230 millones de años luz. Sin embargo, aquel descubrimiento tuvo una consecuencia beneficiosa para la ciencia: salvar al telescopio espacial Hubble. La NASA ya había considerado prescindir de sus servicios, ya que está en órbita desde el 24 de abril de 1990. La débil Abell 2218 hizo que la NASA reconsiderase la decisión de “jubilar” el longevo telescopio.

Un telescopio que cumple su misión más allá de sus problemas es una excelente metáfora de lo que puede ser nuestra vida. Tal vez la sociedad, el entorno, nuestros pensamientos derrotistas y hasta el mismo Satanás nos han hecho creer que ya no servimos más. Sin embargo, en Jesús somos valiosos y útiles.

Una galaxia débil y lejana que es descubierta es otra notable ilustración. Nosotros también podemos sentirnos lejos de Dios, la Fuente de la luz, el poder y la alegría, y terriblemente abatidos. Pero, Jesús puede rescatarnos y restaurarnos.

Esta historia también nos demuestra que el orgullo de la ciencia suele durar poco. Un descubrimiento supuestamente magistral es reemplazado con rapidez. Esto atenta de forma concreta contra la autosuficiencia humana. En el universo hay miles de galaxias, soles y planetas de los que nada sabemos. Ya lo decía el salmista: “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste, digo: ¿qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?” (Sal. 8:3,4).

Hoy puede ser un día histórico. Cumple tu misión. Confía en Dios. Él es un Dios que está cerca y presto para socorrerte.

“A todos los que tantean para sentir la mano guiadora de Dios, el momento de mayor desaliento es cuando más cerca está la ayuda divina” (Elena de White, El Deseado de todas las gentes, p. 487).

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