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sábado, 7 de mayo de 2016

Matutina de la Mujer: Mayo 7, 2016

DE HADASÁ A ESTER – 2


“Tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros, que estamos atribulados en todo, pero no angustiados; en apuros, pero no desesperados; perseguidos, pero no desamparados; derribados, pero no destruidos” (2 Cor. 4:79, RV95).



Dios escribe recto en renglones torcidos y a pesar de la juventud de Ester, de su ocultamiento de su verdadera identidad, de sus presiones como reina de Persia y de su entorno alejado de los principios
divinos, el Señor la escogió para una ocasión muy especial. Con errores y todo, nosotras somos los instrumentos que Dios usa para su obra. En una primera instancia, Ester no vio clara su intervención. Cuando Mardoqueo le pidió “que hablara personalmente con el rey y le suplicara que interviniera en favor de su pueblo” (Est. 4:8) ella trató de esquivar la responsabilidad diciéndole que hacía ya treinta días que el rey no la

llamaba, y que si se atrevía a hablar con él, probablemente moriría (ver Est. 4:11). Sin embargo, su padre adoptivo, Mardoqueo, insistió nuevamente: “Si ahora callas y no dices nada, la liberación de los judíos vendrá de otra parte, pero tú y la familia de tu padre morirán. ¡A lo mejor tú has llegado a ser reina precisamente para ayudarnos en esta situación!” (Est. 4:14). Literalmente Mardoqueo estaba pidiéndole a Ester que saliera de su escondite y arriesgara su vida por salvar a un pueblo al que nadie sabía que pertenecía.

Ester puso su decisión en manos de Dios: “Ve y reúne a todos los judíos de Susa, para que ayunen por mí. Que no coman ni beban nada durante tres días y tres noches. Mis criadas y yo haremos también lo mismo, y después iré a ver al rey, aunque eso vaya contra la ley. Y si me matan, que me maten” (Est. 4:16). Aquella joven que había sido valorada únicamente por su belleza y que había ocultado su condición de hija del Dios Altísimo, mostró finalmente entereza y fe, y a través de ella se efectuó la liberación del exterminio de todo un pueblo.

Dios se propone obtener grandes logros a través de ti. Tal vez hasta el momento has guardado tus convicciones para ti misma por razones que para ti son totalmente válidas; tal vez hasta ahora has estado en segundo plano porque te consideras fea, incapaz, o poca cosa. Pues bien, Dios quiere encontrarte en una situación en la que pueda utilizarte para el adelanto de su obra. ¿Te dejarás utilizar por él?

Y si me matan, que me maten. Ester

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