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lunes, 10 de agosto de 2015

Matutina de Menores: Agosto 10, 2015

Oraciones fuera de serie


Experimenta: ¿Qué quieres pedir hoy a Dios? ¿Te parece una locura solicitar eso que piensas? Atrévete a hablarle y contarle lo que tienes en tu corazón. Te tomará unos instantes apenas. No pierdas la oportunidad de ponerte en contacto con él. Si lo que pides es bueno para ti, seguro te lo concederá.

Dejamos a Eliseo y su criado rodeados por el ejército sirio. Como el profeta había solicitado, Dios abrió los ojos del criado y éste vio los caballos y carros de fuego. Eliseo oró nuevamente y pidió algo muy extraño. ¡Que Dios dejara ciegos a todos los enemigos!

Aunque te sorprenda, así sucedió. Los soldados sirios chocaban entre sí; no sabían adónde caminar. En medio de la confusión, Eliseo salió a organizarlos. Les dijo que podía guiarlos hasta donde estaba el hombre que buscaban. Condujo, pues, al ejército invasor.

Todos esos hombres «fuertes» quedaron inutilizados porque no podían ver. Ni siquiera sabían que el hombre que les hablaba era «el espía», a quien su rey había ordenado que capturaran.

El profeta los dirigió hasta Samaria. Cuando estuvieron en medio de la ciudad, Eliseo volvió a orar. Pidió a Dios que abriera los ojos de los sirios. Por supuesto, El Señor contestó la oración. Lo primero que vieron los sirios, después de su largo viaje «a ciegas», fue al mismísimo rey de Israel y su ejército frente a ellos..

Ante la presencia de los enemigos completamente acobardados dentro de las murallas de la ciudad, el rey de Israel preguntó al profeta de Dios: «¿Los mato, mi señor? ¿Los mato?». Si quieres saber lo que respondió Eliseo y qué pasó después, espera a mañana.

Deseo que cada oración que eleves a Dios reciba respuesta. Aunque tus oraciones sean fuere de serie, como las de Eliseo.

«Cuando ya los sirios iban a atacarlo, Eliseo rogó al Señor: “Te pido que dejes ciega a esta gente”» (2 Reyes 6:18)

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