Buscar...

martes, 11 de agosto de 2015

Matutina de la Mujer: Agosto 11, 2015

“Si él cuida de las aves, cuidará también de mí”


Así que, no temáis; más valéis vosotros que muchos pajarillos. Mateo 10:31



Las aves siempre me han llamado la atención: sus bellos colores y su variedad; su fragilidad y, a la misma vez, su fortaleza. Después de cada tormenta en mi vida, siempre recuerdo la paz que encuentro en el cantar de los pájaros. Hace cinco años, cuando vivía en el estado de Wáshington, Estados Unidos, nuestra familia estaba pasando por un dolor profundo. En una de esas mañanas tristes, mi esposo y yo estábamos sentados en la sala, mirando a través de la puerta de vidrio que da hacia el patio. De pronto, escuchamos cantar a los pajaritos; entonces, mi esposo me dijo: “Dios nos está diciendo que todo va a salir bien”.

Tuvimos que poner la casa en venta. El mercado inmobiliario estaba en crisis y, en el vecindario, había varias casas en venta desde hacía meses. Aun así, Dios nos impresionó para que la pusiéramos en venta y confiáramos en él. Oramos, y dejamos la casa lo más presentable posible.

Colocamos el cartel y ¡la vendimos en una semana! El comprador no nos ofreció menos, el banco evaluó la casa por la misma cantidad, y el dinero fue el suficiente como para mudarnos a Tennessee. Entendí que Dios está cerca de sus hijos.

Siempre, ante la dificultad, Dios provee y cumple sus promesas. El Salmo 18:6 dice: “En mi angustia invoqué a Jehová, y clamé a mi Dios. Él oyó mi voz desde su templo, y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos”. En nuestros veinticinco años de matrimonio, hemos experimentado enfermedades, rebeldías, etcétera, y también hemos visto las providencias de Dios.

Quizá, cuando pasamos por pruebas y dolor, se nubla nuestra fe. Sin embargo, el Señor está cerca y nos entiende. A veces nos da aun más de lo que pedimos; otras veces, no; pero nos demuestra su amor y cuidado.

Los pajarillos son un ejemplo del amor y el cuidado del Creador para con sus hijos, y una lección de la dependencia total de la criatura ante su Hacedor. Cuando oigas el canto de un pajarillo, piensa que si Dios cuida de las aves, también cuidará de ti.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario