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martes, 26 de mayo de 2015

Matutina de Menores: Mayo 26, 2015

Catalepsia


Experimenta: ¿Cómo te sientes hoy? ¿Tienes alegría de vivir, o sientes que la tristeza y algún problema te asfixian?

En la ciencia médica, catalepsia se refiere cuando una persona queda inmóvil, su corazón no late y no respira; da la impresión de que ha muerto aunque siga viva. Algunas personas que sufrieron de catalepsia y despertaron antes que realizaran sus funerales, han ayudado a que se efectúen estudios al respecto.

La catalepsia puede ser causada por enfermedades como el Parkinson, la epilepsia, la esquizofrenia y también llegan a padecerla quienes están bajo tratamiento para dejar la adicción a la cocaína. Actualmente se realizan estudios especiales para confirmar que una persona en verdad haya fallecido antes de su funeral, para impedir que muera asfixiada.

Miles de personas caminan por esta vida como si estuvieran vivas pero dentro de sus corazones sienten que no hay vida. Cuando suena el despertador por la mañana, quisieran quedarse dormidas porque no encuentran motivos para empezar el día. Algunas se levantan y siguen sus rutinas diarias pero no son felices. Otras recurren a las drogas o el alcohol para hacerse daño.

Para quien sufre en este mundo con una carga extra de tristeza o depresión, hay una solución. Si te sientes así no tienes por qué sufrir más. Pide ahora mismo ayuda a Jesús y platica con alguien en quien confíes; pueden ser tus padres, el pastor de la iglesia, alguno de tus maestros o un familiar. No dudes en acudir a consulta con especialista de salud, si es necesario, para que vivas feliz.

Dios prometió que nos sacaría de la tumba de la depresión si fuera necesario y que después nos daría su aliento de vida. Confía en él, por que sí cumple sus promesas.

«Cuando yo abra sus tumbas y los saque de ellas, reconocerán ustedes, pueblo mío, que yo soy el Señor. Yo pondré en ustedes mi aliento de vida, y ustedes revivirán; y los instalaré en su propia tierra. Entonces sabrán que yo, el Señor, lo he dicho y lo he hecho. Yo, el Señor, lo afirmo» (Ezequiel 37:13,14)

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