Matutina de Menores: Febrero 22, 2015

El ingenuo y el prudente

 

Experimenta: Cuando vayas a una tienda, te sugiero tomar tu tiempo para mirar con cuidado las fotografías de los empaques. Te muestran cómo deberá lucir tu comida.

Detente un momento frente a las cajas de los hot cakes o panqueques. ¿Qué muestran esas imágenes? Seguramente unos ricos y esponjosos biscochos bañados con miel de maple que te dicen: «¡Cómpranos y
cómenos!»

Revisa con cuidado con una de esas fotos y pregúntate si lo que tus ojos ven es comida verdadera.  ¿Será que en realidad te quedarán igual si los preparas en casa? ¿Se verán iguales a los del empaque?

Lamento desilusionarte, pero lo que ves en la mayoría de las fotografías de los empaque de alimentos no es verdad. Los especialistas en mercadotecnia nos hacen creer grandes mentiras.  Por ejemplo, la miel de la foto de los panqueques no es real. En la mayoría de los caso es aceite para automóviles. Si se usara miel, se absorbería rápidamente (como sucede en la realidad) y no habría tiempo para tomar una buena foto que adorne un paquete.

Lo mismo sucede con las fotografías de las cajas de cereales. Lo que ves ahí muy probablemente no es un plato de la leche ccon cereal, sino un plato de pegamento blanco, que con el transcurso de la sesión el cereal se remojaría en la leche y no se vería apetitoso.

No solamente se ajustan los alimentos para que se vean «bien», aún las fotografías de las personas se editan hasta que sus defectos desapareces y parecen perfectas. Durante el proceso se puede lograr que una persona luzca mucho más joven, delgada y atractiva o musculosa de lo que realmente es. La única verdad es que estamos rodeados de fotografías que nos dicen mentiras.

Por su parte, Dios nunca miente y no quiere que caigas en la trampa, como millones de personas ingenuas alrededor del mundo. Desea que analices todo lo que ves y oyes, y que seas prudente, que no creas todo lo que ves, lo que te dicen en la televisión, Internet y revistas de moda.

Sigue el consejo de Dios, es mejor que seamos prudentes y no ingenuos.

«El imprudente cree todo lo que le dicen; el prudente se fija por dónde anda” (Proverbios 14:15)