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domingo, 11 de enero de 2015

Matutina de la Mujer: Enero 11, 2015

El sueño de la mujer cristiana


El temor de Jehová es para vida, y con él vivirá lleno de reposo el hombre; no será visitado de mal. Proverbios 19:23



Dormir bien. A veces parece un objetivo muy difícil para la mujer de hoy. Se dice que una mujer de entre treinta y sesenta años duerme poco más de seis horas diarias durante la semana de trabajo.

Dormir bien sienta las bases de un día productivo, pero dormir mal acarrea problemas de concentración, mal humor, mal desempeño en el trabajo, y eleva la probabilidad de accidentes. A esto se agrega que, muchas veces, se busca paliar esta situación mediante la ingesta de medicamentos o bebidas cafeinadas, que son perjudiciales para la salud.

Pero ¿hasta dónde somos responsables de dormir mal? Es probable que algunos hábitos nos impidan alcanzar el sueño ideal. Por ejemplo, una mala alimentación. Considera esta declaración: “Un proceder equivocado en el comer o en el beber destruye la salud, y con ella la frescura de la vida. ¡Oh, cuántas veces habéis comprado lo que llamasteis una buena comida a expensas de un organismo afiebrado, pérdida del apetito y pérdida del sueño! ¡La incapacidad de disfrutar de los alimentos, una noche de insomnio, horas de sufrimiento: todo por una comida en que el gusto fue gratificado!” (Consejos sobre alimentación, cap. 6, p. 105).

Otra gran dificultad puede ser intentar distraerse con telenovelas o escuchar música frívola. El problema es que al “distraernos” agregamos angustia a nuestra angustia, porque no vamos a la causa de nuestros problemas para solucionarlos. Necesitamos otro tipo de soluciones para dar paz a la conciencia. “Lo que necesitas es paz, tener en el alma el perdón, la paz y el amor del cielo. Todo esto no se puede adquirir con dinero; la inteligencia y la sabiduría no pueden alcanzarlo, ni puedes esperar conseguirlo por tu propio esfuerzo. Pero Dios te los ofrece como un don, sin pago alguno’. Es todo tuyo, con tal que extiendas la mano para tomarlo” (El Camino a Cristo, cap. 6, p. 76).

Esta mañana quiero recordarte la mejor solución para dormir bien: “la paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:27).

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