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sábado, 27 de diciembre de 2014

Matutina de Menores: Diciembre 27, 2014

El festival de luces


«Ustedes son la luz de este mundo [… que su luz brille delante de la gente, para que, viendo el bien que ustedes hacen, todos alaben a su Padre que está en el cielo» (Mateo 5: 14, 16)



En el aula de clase de mi esposo hay una fotografía de los Estados Unidos de noche tomada desde un satélite. La costa este se ve sumamente iluminada. Las luces de los autos, las casas y los centros comerciales se unen formando un gran brillo que se apaga hasta la siguiente gran ciudad del mapa. Cada luz individual, tanto las pequeñas como las más fuertes, contribuyen al festival de luces. El tamaño de los manchones luminosos se corresponde con el tamaño de las ciudades y la cantidad de personas que viven en ellas.

A medida que uno va mirando hacia el Oeste, los puntos de luz van en disminución, tanto en cantidad como en intensidad, hasta la costa del Pacífico. Ahí se pueden identificar diferentes ciudades como Los Ángeles y Las Vegas. Dios nos encomendó, a ti y a mí, que seamos luces en el mundo. Si Dios tomara una foto de la Tierra desde el espacio exterior en la que se pudiera ver el brillo de sus hijos, ¿sería similar a la de la fotografía de mi esposo? ¿Brillaría Nueva York más que la Ciudad de México? ¿Vería él un festival de luces en tu ciudad, tu escuela y tu casa?

Recuerda que Dios no dijo: «Comprueba que la luz de tu hermano esté brillando o que la de tu hermana sea lo suficientemente fuerte». Él solo dijo: «Procura que tu luz brille». Entonces, preocúpate solo por tu propia luz. El tamaño no importa: ya sea que tu luz ilumine un estadio deportivo o un pequeño cuarto, tú eres igual de importante para Dios, porque estás cumpliendo fielmente con su mandato de ser una luz para el mundo.

Así que, ¿cómo está tu luz hoy? ¿Es visible en la fotografía divina o hay un manchón de oscuridad en el lugar dónde vives?

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