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sábado, 15 de noviembre de 2014

Matutina de Adultos: Noviembre 15, 2014

El Advenimiento en marcha -11: India


Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Mateo 28:19, TLA.



Como en tantos otros lugares del mundo, los colportores fueron los primeros en difundir el mensaje adventista del séptimo día en la India. William Lenker y A. T. Stroup desembarcaron en Madrás en 1893, para vender libros entre los habitantes de habla inglesa de las principales ciudades de la India.

Pero, como era común también en otros lugares, Lenker y Stroup no eran los primeros adventistas del país. Al pasar por Londres de camino a la India, Lenker supo, para su alegría, que allí ya vivían creyentes adventistas. Según dijo: “Mi corazón se regocijó al saber que la verdad había entrado antes a la India, y ha comenzado con presagios alentadores”.

Cómo llegó allí el mensaje adventista, no lo sabemos. Pero, presumiblemente, fue a través de folletos enviados desde los Estados Unidos, Europa o Australia. Esos mensajeros silenciosos hicieron más que todas las otras cosas combinadas para difundir las enseñanzas adventistas “a toda nación, tribu, lengua y pueblo” (Apoc. 14:6).

Para 1894, al menos cinco colportores trabajaban en la India; tres de ellos, australianos. Los libros se vendían bien, y en poco tiempo la gente pedía que los tradujeran al tamil y a otros idiomas locales.

La primera empleada adventista regular fue Georgia Burrus (más adelante Georgia Burgess), una joven instructora bíblica de California que llegó a la India en enero de 1895, como la única representante oficial de la iglesia en ese complejo país.

La Asociación General había planificado que D. A. Robinson dirigiera la Misión, pero estaba demorado en Inglaterra. Eso no impidió que la intrépida señorita Burrus prosiguiera en solitario, aunque solo le hayan pagado el pasaje. Mientras aprendía bengalí, trabajaba extraoficialmente para sobrevivir. Pero, pronto alguien de África le prometió ayuda financiera. Georgia pasó cuarenta años en su país adoptivo difundiendo el mensaje adventista.

Otros misioneros llegaron a la India a fines de 1895, y en 1898 William A. Spicer (que llegó a ser presidente de la Asociación General en 1922) arribó, para comenzar la publicación del Oriental Watchman [Centinela oriental].

Una cosa impresiona a los alumnos sobre la propagación de las misiones adventistas, y es que estas fueron internacionales desde el comienzo. Si bien el movimiento a lo largo de todo el siglo XIX, mayormente, fue estadounidense, descubrimos que hubo gente, publicaciones y fondos que provenían de todas partes e iban hacia todas partes. Esa todavía es la dinámica de la misión adventista.

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