Buscar...

martes, 28 de octubre de 2014

Matutina de Menores: Octubre 28, 2014

Que sea la luz


«El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran luz». (Isaías 9:2).



Los vientos de octubre sacudían el ferry como un juguete en la bañadera de un bebé. Mientras me sujetaba fuertemente a la barandilla con una mano tenía la otra sobre mi estómago, observaba un brumoso mundo gris. ¿Quién ha oído que alguien se haya descompuesto en un ferry? «¿Podré sobrevivir?», me preguntaba yo.

En un esfuerzo por sacarme de la cabeza el dolor de barriga que tenía, traté de imaginarme los rostros de los cientos de pasajeros que hacían un viaje similar cada día. Imaginaba sus rostros verdes como el mío. Todavía estaba chapoteando en mi desgracia cuando mi esposo señaló algo en el aire:

¡Mira! —exclamó— ¡Mira la luz!». Levanté la mirada. Lo único que podía ser en la densa niebla era la luz de la antorcha de la Estatua de la Libertad. No podía ver las puntas de la corona de la señora Libertad, ni el libro abierto en su mano, ni los verdes pliegues de su túnica; solamente la luz.

Al ver esa llamarada de luz me olvidé por completo de mi estómago y de mi cabeza, y observé cómo el ferry pasaba por Liberty Island, el hogar de la estatua símbolo de amistad y libertad que el gobierno francés había regalado al pueblo de los Estados Unidos el 28 de octubre de 1886.

Para los miles de inmigrantes que viajan grandes distancias para ver esa luz. ella brilla hacia un futuro de libertad. Para los estadounidenses que viajan al extranjero, les da el mensaje de dos de las mas hermosas palabras en el idioma inglés: welcome home [bienvenido a casa]. El cielo tendrá una estatua de la libertad, no una hecha de cobre o colocada sobre mármol, sino una estatua viviente, que respira y que nos dará la bienvenida al hogar por toda la eternidad: Cristo Jesús. Y a los hijos de Dios les dirá: «Bienvenidos al hogar,. Si mis ojos lagrimean cada vez que veo este símbolo de la libertad, imagina las lágrimas de felicidad que derramaré cada vez que vea a mi Salvador. Mirar a Jesús es algo que nadie va a querer perderse.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario