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jueves, 16 de octubre de 2014

Matutina de Adultos: Octubre 16, 2014

¿Qué sucedió con Butler? -2


Aun en la vejez fructificaran; estarán vigorosos y verdes. Salmos 92:14. 



El hermano Butler era un tipo duro, pero Dios lo amaba de todos modos. Esa es una bueno noticia para todos nosotros.

Tuvo sus momentos de arrepentimiento. En 1893, por ejemplo, escribió a Elena de White que “los últimos años” le habían “partido la espalda, pero eso es un asunto menor, comparado con el progreso de la obra”. Y, para el otoño de 1894, Butler invitó a A. T. Jones para que fuese a ayudarlo en la reunión campestre de Florida.

En 1901, después de la muerte de su esposa, Butler salió de su semijubilación para convertirse en el presidente de la Asociación de Florida. Entre 1902 y 1907, trabajó como presidente de la Asociación Unión del Sur.

Elena de White se alegró de ver de vuelta al anciano pionero en un puesto de liderazgo.

“Yo sabía”, dijo a los delegados al Congreso de la Asociación General de 1903, “que llegaría el momento en que él volvería a ocupar su lugar en la obra. Quiero que aprecien las pruebas por las que ha pasado [...]. Dios desea que los pioneros que peinan canas”, que tuvieron una parte en el adventismo primitivo, “ocupen su lugar en la obra hoy. No deben caer en el olvido (1903, GCB 205)”.

El nuevo Butler, escribió ella en 1902, no era el mismo hombre de 1888. No solo “tenía fortaleza física y salud espiritual”, sino también “el Señor lo había puesto a prueba, lo había examinado y juzgado, como lo hizo con Job y con Moisés. Veo en el pastor Butler a alguien que ha humillado su alma delante de Dios. Tiene otro espíritu que el pastor Butler de los años de su juventud. Estuvo aprendiendo la lección a los pies de Jesús”. (Carta 77, 1902).

Ese certificado de salud no implicaba que Butler fuese categórico sobre las cuestiones de 1888. En 1909, dijo a A. G. Daniells, presidente de la Asociación General, que “nunca pudo ver luz” en los mensajes de Jones y Waggoner. Su lema todavía era “Obedece y vive”.

A pesar de sus problemas, Elena de White escribió de él: “Aunque quizá cometa algunos errores, aún es un siervo del Dios viviente, y yo haré todo lo posible para apoyarlo en su obra” (Carta 293, 1905). Butler permaneció asombrosamente activo en la iglesia hasta su muerte, en 1918, a la edad de 84 años.

Dios utiliza a personas imperfectas. Y eso es bueno; de lo contrario, no tendría a nadie para emplear.

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