Buscar...

lunes, 29 de septiembre de 2014

Matutina de Adultos: Septiembre 29, 2014

La justificación por la fe y el mensaje del tercer ángel -1


Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús. Apocalipsis 14:12.



Como hemos visto, en 1888 la disyunción entre la interpretación adventista de la salvación y la evangélica se había vuelto problemática. Los adventistas eran fuertes en las creencias confesionales distintivas, pero débiles en las grandes enseñanzas evangélicas que sus fundadores habían compartido con otros cristianos. Elena de White veía en Jones y Waggoner un correctivo para esa dificultad.

A diferencia de algunos dirigentes de la época inclinados hacia las obras, Waggoner se daba cuenta de que su iglesia se había apartado de la doctrina histórica de la salvación. Elena de White habló de la misma verdad, al expresar su sorpresa porque algunos consideraran que la enseñanza de Jones y Waggoner era una “doctrina extraña”, cuando su “mensaje” no era “una nueva verdad, sino la misma que enseñó Pablo, que Cristo mismo enseñó” (Manuscrito 27, 1889).

El comentario de Waggoner de que su interpretación de la Ley y el evangelio reflejaba la de Pablo, Lutero y Wesley se volvió aún más profundo y significativo cuando agregó que “estaba un paso más cerca del fundamento del mensaje del tercer ángel”. Elena de White arribó al mismo punto de vista. Al observar que algunos habían “expresado temores de que nos espaciemos demasiado en el tema de la justificación por la fe”, ella indicó que varios le habían escrito, “preguntando si el mensaje de la justificación por la fe es el mensaje del tercer ángel”. Ella respondió que “en verdad es el mensaje del tercer ángel” (RH, 1° de abril de 1890).

Esa declaración ha desconcertado a algunos. ¿Qué quiso decir, exactamente? Examinaremos el tema en los próximos días.

Mientras tanto, deberíamos recordar que Apocalipsis 14:12 es el texto central de la historia adventista: “Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús”.

Al reconocer las implicaciones del uso que los adventistas dan a ese texto como una descripción de su confesión religiosa, un periodista del Journal de Minneápolis señaló que “es un egoísmo monstruoso o una fe sublime lo que los lleva a aplicar este texto a sí mismos”.

Los adventistas, por supuesto, consideraban que era “fe sublime”. Y ambos bandos de la crisis de 1888 se dieron cuenta con más claridad, a medida que pasaba el tiempo, de que sus diferencias de Minneápolis se centraban en el significado de Apocalipsis 14:12.

De paso, este es un buen texto para memorizar, mientras meditamos en su mensaje e implicaciones.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario