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miércoles, 27 de agosto de 2014

Matutina de Adultos: Agosto 27, 2014

El mensaje de 1888 -2


Siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús. Romanos 3:24.



Continuamos desde donde dejamos ayer, en lo que indudablemente es el mejor resumen de la importancia del mensaje de 1888 de Jones y Waggoner.

“El mensaje del evangelio de su gracia tenía que ser dado a la iglesia con contornos claros y distintos, para que el mundo no siguiera afirmando que los adventistas del séptimo día hablan mucho de la Ley, pero no predican a Cristo ni creen en él.

“La eficacia de la sangre de Cristo tenía que ser presentada al pueblo con poder renovado, para que su fe pudiera echar mano de los méritos de esa sangre. Así como el sumo sacerdote asperjaba la sangre caliente sobre el Propiciatorio, mientras la fragante nube de incienso ascendía delante de Dios, de la misma manera, mientras confesamos nuestros pecados e invocamos la eficacia de la sangre expiatoria de Cristo, nuestras oraciones han de ascender al cielo con la fragancia de los méritos del carácter de nuestro Salvador. A pesar de nuestra indignidad, siempre hemos de tener en cuenta que hay Uno que puede quitar el pecado y salvar al pecador. Cristo quitará todo pecado reconocido delante de Dios con corazón contrito. Esta creencia es la vida de la iglesia [...].

“A menos que haga de la contemplación del exaltado Salvador la gran ocupación de su vida, y por la fe acepte los méritos que tiene el privilegio de reclamar, el pecador no tendrá mayores posibilidades de ser salvado que las que Pedro tenía de caminar sobre las aguas sin mirar constantemente a Jesús. Siempre ha sido el firme propósito de Satanás eclipsar la visión de Jesús e inducir a los hombres a mirar al hombre, a confiar en el hombre y a esperar ayuda del hombre. Durante años, la iglesia ha estado mirando al hombre y esperando mucho del hombre, en lugar de mirar a Jesús, en quien se cifran nuestras esperanzas de vida eterna. Por eso, Dios entregó a sus siervos un testimonio que presentaba con contornos claros y distintos la verdad como es en Jesús, que es el mensaje del tercer ángel [...]. Este es el testimonio que debe circular por toda la longitud y la anchura del mundo. Presenta la Ley y el evangelio, vinculando ambas cosas en un conjunto perfecto” (TM 92-94).

El contundente pensamiento del mensaje de 1888 era exaltar a Jesús. Eso es algo que nunca podremos exagerar. Exáltalo hoy en tu trabajo, en tu familia, en tus juegos… en todo tu ser. Permite que verdaderamente sea el Salvador y el Señor de tu vida.

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