Buscar...

sábado, 14 de junio de 2014

Matutina de la Mujer: Junio 14, 2014

Cuando mi fe crece


“Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración” Romanos 12:12



Desde la lógica humana, el orden del texto de hoy sería así: “Sufridos en la tribula­ción, constantes en la oración, gozo­sos en la esperanza”, porque general­mente asociamos lo que nos sucede de esta manera: el sufrimiento y la tribulación nos llevan a buscar a Dios en oración, y la respuesta a nuestras ora­ciones produce gozo y alegría. No obstante, Pablo enfatiza que la esperanza capacita al cristiano para ir, por fe, más allá de la oscuridad y la tribulación. En la lógica del apóstol la esperanza produce gozo, un gozo que es capaz de permear la tribulación, y esto solo se consigue con una vida de comunión constante.

Luzmila es una mujer de 75 años, que conoció al Señor y su iglesia hace aproximadamente 33 años. Su entrega a Dios se ha manifestado todos estos años en los frutos maduros que exhibe una vida de comunión, fidelidad y servicio. Hace alrededor de dos años, le tocó afrontar una gran prueba. Su esposo, ya de noventa años, enfermó gravemente y estuvo hospitalizado durante dos meses. Los médicos vieron su caso muy difícil, y pensaron que poco se podía hacer por él. Sus hijos se desesperaron ante la situación pues no entendían por qué su an­ciano padre tenía que pasar por esa situación de enfermedad, incertidumbre y dolor.

Un día, le pregunté a Luzmila:

-¿Cómo se siente, Luzmila, ante esta situación?

Ella me respondió serenamente:

-Doy gracias al Señor, porque es en estas circunstancias cuando mi fe crece, estoy preparada para lo que el Señor determine. “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Fil. 4:13).

El esposo de Luzmila se recuperó milagrosamente, y hoy ambos asisten felices a la iglesia y testifican con más entusiasmo el poder de Dios.

Querida amiga, la fe mueve montañas. El mismo Señor lo dijo: “De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, [...] sino que a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho” (Mat. 21:21). En la vida cristiana la esperanza produce gozo, la tribulación hace que la fe crezca, y la comunión con Dios es la clave para convertir las pruebas en experiencias victoriosas. Que Dios fortalezca tu fe, tu esperanza y tu relación con él.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario