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viernes, 27 de junio de 2014

Matutina de Adultos: Junio 27, 2014

En busca de la educación adecuada -2


Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Deuteronomio 6:6, 7.



Los primeros 28 años del ministerio profético de Elena de White no produjeron ningún artículo sobre la enseñanza o la educación formal; aunque ella había escrito sobre educación en el hogar y la responsabilidad de los padres ya en 1854.

Pero, eso cambiaría radicalmente en 1872, cuando la escuela privada de Bell se convirtió en la primera institución educativa patrocinada por la iglesia. Por esto, ella escribió “Proper Education [Educación adecuada]” en una de las declaraciones sobre educación más importante y abarcadora.

“Proper Education” ha tenido influencia entre los educadores adventistas porque lo han percibido, correctamente, como un mandato en cuanto a la naturaleza ideal de la educación cristiana. No dejaba dudas de que los adventistas debían ser “reformadores” educativos (EC 37). Parte de la reforma ideal implicaba ir más allá de un énfasis exagerado en los libros, hacia una educación equilibrada que enfatizara “la educación física, mental, moral y religiosa de los niños” (ibíd., p. 9). El concepto de una educación equilibrada, que consideraba a la persona integral, se convertiría en el sello de calidad de los escritos de Elena de White durante los siguientes cuarenta años.

“Proper Education” incursiona en tres sectores básicos. La primera parte enuncia la verdadera educación como el desarrollo del autocontrol. Mientras que la gente puede entrenar animales, los seres humanos deben ser educados como personas que toman decisiones morales responsables; de modo que debemos apelar a su voluntad en favor del bien.

La segunda parte, que abarca 25 de las 31 páginas del documento, trata de la salud física y el trabajo manual útil, en relación con la educación dentro del hogar y en la escuela. Enfatiza repetidamente el sentido práctico, la utilidad y los aspectos físicos de la educación. Fue en esta parte que destacó el hecho de que los adventistas son reformadores educativos.

El tercer segmento analizaba brevemente la enseñanza bíblica de las “ramas comunes” del conocimiento para quienes se preparan para el ministerio.

No tenía dudas acerca de la importancia de la educación. Al fin y al cabo, “la ignorancia no aumenta la humildad o la espiritualidad de ningún seguidor profeso de Cristo. Un cristiano intelectual apreciará mejor que nadie las verdades de la Palabra divina. Cristo puede ser glorificado mejor por los que lo sirven inteligentemente. El gran objeto de la educación es habilitarnos para hacer uso de las facultades que Dios nos ha dado, de manera tal que exponga mejor la religión de la Biblia y se acreciente la gloria de Dios” (ibíd., p. 45).

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