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viernes, 20 de junio de 2014

Matutina de Adultos: Junio 20, 2014

El Adventismo en tiempos de guerra -3


Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de Dios, y las que hay, por Dios han sido establecidas. De modo que quien se opone a la autoridad, a lo establecido por Dios resiste; y los que resisten, acarrean condenación para sí mismos. Romanos 13:1, 2.



¡El texto favorito de Adolfo Hitler! Estipuló que este, o su par de 1 Pedro 2:13, fueran leídos al menos una vez al año, en cada iglesia del Tercer Reich.

Romanos 13 no deja ninguna duda acerca de que los cristianos deben obedecer al Gobierno. Pero, una vez más nos preguntamos: ¿Qué deberíamos hacer si el organismo designado por Dios (el Gobierno) nos ordena que realicemos cosas que nos colocan en situación de desobedecer algunas de las otras enseñanzas de Dios? Esa era la pregunta que preocupaba a los adventistas durante la Guerra Civil Norteamericana, la primera guerra que tuvieron que enfrentar como iglesia.

El artículo de Jaime en la Review del 12 de agosto de 1862 despertó bastante agitación sobre el asunto. Según dijo el 26 de abril, “varios hermanos aluden a nuestros comentarios [...] de hace dos semanas, de un modo bastante frenético [...]. Este no es momento de que los caballeros cristianos revelen sentimientos de prejuicio, y prácticamente nos acusen de enseñar a transgredir el sábado y a asesinar [...]. Si alguno de ustedes es reclutado y opta por tener una lucha cuerpo a cuerpo con el Tío Sam¹ en vez de obedecer, puede intentarlo. Nosotros no contenderemos con ustedes, a menos que algunos de los que no se resisten levanten una pequeña guerra antes de que los manden a llamar para luchar por el país”.

En ese momento, de modo significativo, White agregó que “cualquier artículo bien escrito, calculado para arrojar luz sobre nuestro deber como pueblo en relación con la guerra actual, recibirá atención inmediata”.

Esa invitación inspiró una oleada de respuestas durante los tres meses siguientes, mientras los adventistas discutían públicamente, a través de las páginas de la Review, en cuanto a los deberes cristianos en sus papeles conflictivos como ciudadanos del Reino de los cielos y también de una nación determinada aquí, en la Tierra, donde cada una tiene sus propias leyes, a veces en conflicto.

Un tema que emerge en las discusiones es que deberíamos estudiar esas cuestiones polémicas, aunque importantes, durante períodos de paz, cuando las emociones están en calma y hay tiempo de hacer un trabajo adecuado.

No obstante, ese no era el caso aquí: estaban luchando por hallar una respuesta en medio de una crisis llena de emoción. Pero, es importante la idea de considerar detalladamente las cuestiones antes de una crisis.

Ayúdanos, Padre, a usar los tiempos de paz, en nuestra vida individual y colectiva, como iglesia, para acudir a ti con estudio y oración a fin de poder discernir más plenamente tu voluntad.

¹ Nota de la traductora: el Tío Sam es la personificación nacional del Gobierno estadounidense.

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