La bola seca y ácida de una mosca
Experimenta: ¿Las moscas orinan?
Las moscas y los demás insectos no tienen riñones sino túbulos de Malpighi. Absorben el nitrógeno sobrante del sistema digestivo y lo transforman en una pasta de ácido úrico, que se mezcla antes de salir al exterior con la comida que no esté digerida, y luego se exprime para que quede una bola seca. El agua de los alimentos que ingieren las moscas la reabsorbe su sistema excretor a fin de conservarla, en ambientes secos.
Así que las moscas no orinan. Lo que nos debe inquietar es qué podrían depositar sobre nuestros alimentos o nosotros, mediante sus patas, boca o sistema excretor, ya que transmiten muchas enfermedades.
Hay personas que usan la boca como sistema excretor de sus críticas; sus palabras son como ácido. Van de aquí para allá y depositan separación y enemistad por dondequiera. ¿Deben preocuparte esas personas? Por supuesto que no. Preocúpate si tú eres una de ellas; si dedicas parte de tu tiempo a dejar tus críticas ácidas y secas por donde pasas.
Jesús fue tajante al aconsejar: no juzguemos, no critiquemos. ¡A nadie! La misma acidez y sequedad que usemos para criticar se usará contra nosotros. Cristo observa todos los días lo que hacemos. Se da cuenta de que nos equivocamos al escoger nuestros amigos, cómo tratamos a nuestros padres y maestros, hasta cuando de nuestra salud se trata. Pero Jesús no nos critica. Nos ama, respeta nuestras decisiones y nuestros gustos y llama nuestra atención; espera que pase el tiempo y aprendamos de nuestros errores. Si es necesario, también nos perdona.
Jesús es nuestro buen ejemplo. Deja que cada quien viva como quiera y no critiques. No vaya a ser que, con el tiempo, los demás usen la misma medida para criticarte. La vida que más se disfruta es libre de críticas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario