Tu silencio favorito
Experimenta: Eleva a Dios una oración de gratitud y pídele lo que necesitas para el día de hoy. Después, espera un momento en silencio mientras piensas en lo que sucederá debido a tu oración.
A ciertas personas les incomoda el silencio. Piensan que deben hablar sin parar y cuando hay una pausa silenciosa, se ponen nerviosas y lo evitan de alguna manera.
Las pausas silenciosas son saludables. Un ser humano puede vivir muchos años sin escuchar, como es el caso do quienes padecen sordera; pero cualquiera podría entrar en shock y morir de desesperación si se le sometiera a ruido constante sin interrupciones.
¿Cuál es tu momento de silencio favorito? A mí me gustan los que me permiten pensar qué va a suceder a continuación, como en una película, cuando esperas en silencio antes de saber qué sucederá… una película sería aburrida sin los momentos de silencio que te hacen estar al borde de la silla. Las grandes obras musicales se caracterizan por ser combinaciones de sonidos y de momentos de silencio largos, cortos o muy cortos.
Es bueno detenerte un momento y guardar silencio de vez en cuando. Tu cerebro tiene tiempo para razonar qué harás, qué decidirás, adonde irás, cuáles palabras dirás.
Quien no gusta de los momentos de silencio está en peligro de cometer más errores. Habla sin pensar y cuando se da cuenta, ya hizo daño con sus palabras. Actúa sin pensar y después llora y se arrepiente por no haberse detenido un momento.
¿Guardas silencio de vez en cuando para pensar antes de hablar más o hacer algo? Así no solamente evitarás meterte en problemas, también podrás escuchar la voz de Dios que te indica qué hacer. Él es bien educado y no te interrumpirá. Esperará en silencio hasta que hagas una pausa.
Si oras y aguardas en quietud, sé que ese momento, poco a poco, se convertirá en tu silencio favorito.
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