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miércoles, 10 de diciembre de 2014

Matutina de Adultos: Diciembre 10, 2014

Dios todavía sigue liderando -6


El Señor te guió a través del vasto y horrible desierto, esa tierra reseca y sedienta. Deuteronomio 8:15, NVI.



Dios todavía sigue liderando a su pueblo a través de algunos terrenos difíciles. Y este tiene solo dos opciones: quedarse con él o regresar a la vida “fácil” del Egipto espiritual.

Tres dirigentes adventistas de California tenían tres días para recaudar 5 mil dólares para la compra de Loma Linda, y sin otra cosa que “arena financiera” a la vista.

Pero, sí tenían una pista posible. Un par de semanas antes, Burden y el pastor R. S. Owen habían oído hablar de una persona que podría tener algunos recursos. Después de tomar el tren hasta cerca de su casa, caminaron los dos kilómetros restantes. Pero, no había nadie en la casa.

Regresaron a la estación del tren y esperaron. Pero, por alguna razón, no le hicieron señas, y el tren pasó de largo a toda velocidad. Con dos horas disponibles antes del próximo tren, los hombres volvieron caminando a la cabaña, que ahora tenía la luz prendida.

–¡Alabado sea el Señor! –exclamó el agricultor mientras Burden le explicaba la situación–. Estuve orando durante meses para que el Señor me enviara un comprador para poder salir de la ciudad y dedicar mis recursos al avance de su causa. Hace algunos días, vino un hombre y compró mi casa, y el dinero ahora está depositado en el banco. El diablo me ha estado tentando a invertirlo nuevamente en tierras, pero estoy seguro de que el Señor lo quiere para adquirir esta propiedad.

En ese momento, ofreció 2.400 dólares a los sorprendidos pastores.

Luego, justo antes de la fecha de vencimiento del 15 de junio, Burden pidió un préstamo a una señora llamada Baker, que también había captado la visión.

–¿Está dispuesta a arriesgar mil dólares? –le preguntó.

–Sí –respondió ella.

–Es posible que los pierda –le recordó él.

–Bueno –dijo ella–, asumo el riesgo.

Después, Burden se volvió a reunir con R. S. Owen.

–No tengo el dinero –declaró–, pero hipotecaré mi casa para esto.

Con la hipoteca de Owen, finalmente tuvieron los primeros 5 mil dólares el mismo día del vencimiento.

Hasta aquí, todo bien. Pero los siguientes 5 mil dólares vencían en cinco semanas, y ahora realmente no tenían buenas perspectivas para conseguir más dinero.

A veces, los desiertos de la vida son más extensos de lo que esperamos. Pero, solo porque las cosas se pongan más difíciles, eso no significa que Dios no esté con nosotros.

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