Acurrucarse
«Una niña se perdió en Pierzwin», anunció el jefe de bomberos a su equipo. Todos se alistaron lo más pronto posible. Afuera hacía mucho frío. La temperatura había descendido hasta -5°C aquella noche.
Julia, una niña polaca de apenas tres años, había salido de su casa sola y se encontraba perdida. Sus padres, muy preocupados, dieron aviso a la policía y los bomberos para que ayudaran a buscarla.
La búsqueda duró algunas horas, con el temor aque la niña se congelara. Repentinamente, escucharon a lo lejos los ladridos insistentes de un perro. Los rescatistas se dirigieron hacia allí, con la esperanza